Por Ana Daniela Cortés Nicolás
Los chiles en nogada son uno de los platillos tradicionales más importantes en México, es característico por sus vistosos colores verde, blanco y rojo; su creación posee una historia llena de fervor patrio. Se consumen principalemente en el mes de Septiembre pues es cuando están disponibles todos los ingredientes.
Cuando México se volvió una república independiente comenzaron a utilizarse el verde, blanco y rojo, los cuales eran utilizados por el Ejército Trigarante en su bandera.
En 1821, Agustín de Iturbide firmó la declaración de independencia y camino a la Ciudad de México, se detuvo en Puebla en el convento de Santa Mónica, en el cual se crearon los chiles en nogada en su honor.
Para incluir los colores de la bandera, las religiosas combinaron el verde del chile poblano con un relleno de picadillo preparado con frutas y carne de res molida, el blanco de una cremosa salsa de nueces de castilla y el rojo de las semillas escarlata de la granada.
La tradición cuanta que las religiosas pusieron ingredientes de la nación como: nuez de Calpan, manzana de Zacatlán, durazno y pera de Huejotzingo, granada de Tehuacán y chiles poblanos de San Martín Texmelucan.
Se dice que el relleno original de los chiles en nogada no incluyó carne de res ni de cerdo; se cree que era hecho de puras frutas ya que las religiosas eran vegetarianas por tradición.
En Puebla y en varios municipios se afirma que el capeado no existió en la presentación original y que éste fue agregado a finales del siglo XIX o principio del XX.
En el mes de agosto la nación celebra a este platillo con un festival anual en Puebla.